MR. GIBSON EL DEMOLEDOR O HACIENDO AMIGOS.

Esto es el club de la tragedia. De ‘tragos’ macho cabrío. J Joyce se marchó de la bella Eire y a
este habrá que mandarlo de regreso para que recupere la memoria. Ahora envía un mensaje
de concordia a lo satánico diciendo que hay que derribar la Cruz del Valle. Decía Wittgenstein
que una obra seria podía escribirse a base de chistes. Humor y filosofía. Pero mucho humor
hay que tener para reír los malos chistes de míster Gibson el sabio. Yo lo encuentro poco
inteligente porque hurga en las heridas y dice que hace historia. Y claro no puedo atribuirle eso
de Mr. Russell de que todo acto de inteligencia es un acto de humor. Así que la falsa humorada
de Mr. Gibson y acólitos ni es inteligente ni tiene gracia. Pero saquemos fuerzas de flaqueza y
al menos una sonrisita al veterano. Por respeto que él niega a más de media España y a una
buena porción de la historia. Lo que ahora se llama historia es una moda a lo Cocó o lo Borges
que pasa o que es periodismo.

Mi amigo Quintín hablaba mucho de los enloquecidos cuando
oía o leía disparates. Diógenes, el del tonel recibía ese apelativo. Sócrates se reconcomía a
preguntas y en bajini los discípulos también se lo llamaban. A Schopenhauer le quitaron lo de
filósofo por decir de las mujeres que tienen pelo largo y cerebro corto. A Mr. Gibson le van a
sustituir el mote de historiador por influencer y twittero a lo Musk con lavabo a cuestas por lo
vomitivo. Ya que hablar o pensar en Cuelgamuros le da mucho asco. A lo mejor si lee mi libro
revienta y pone perdido de bilis todo el pobre. Dice Ovidio algo así como ‘puer matrem risu
cognoscere’. Ya tenemos una edad para ese bello recuerdo, pero lo mismo Mr. Gibson que es
tan sabio y ponderado como Antonio en el discurso funerario a César cosido a cuchilladas sí lo
memoriza ya que tan bien se le da esto de las leyes homónimas.  Igual se ríe de sus chistes
como Nietzsche o se cabrea porque no acepta boutades como aquel cretino profe de geografía
de la complu más engolado que Carlos III british, el del anuncio de compresas. En todo caso se
le ha pegado a lo nazi o superhombre la manía del aniquilamiento como quería el descubridor
de agonías y dioses muertos. Me asombra cada día descubrir nuevas facetas infantiles en la
gente madura y es que aún veo el mundo con interés como si al mundo le importase. O al
fatuo de Weber que odiaba la fantasía. El sr. Gibson ve a un centauro y lo llama unicornio sin
percatarse de que a su juicio sabihondo los dos son mitos. Palabra verdadera es su etimología,
perdida como el pensamiento de un cenobita. Si quedan premios vacantes o titulillos y
medallones absorbidos, exprópiese uno para D. Ian. Con derecho a piqueta para que comience
a demoler su EGO. Aquí divinizamos y premiamos todo lo de fuera porque da gustito al
complejo.

Gibson quiere otro premio y lame las posaderas a los concedentes para que le den
otra medalla. Con pensión. Y con estas idas y venidas de los topicazos llega D. Ángel González –
los poetas fluyen donde quieren, como el espíritu- a lo Heráclito: ‘Nadie se baña dos veces en
el mismo rio. Excepto los muy pobres’. En este caso pobres de ideas y con las uvas de la ira
mojando los calzones. Y cuando termine con la Cruz del Valle -los Budas de Bamiyan se los han
pillado- que siga con las Pirámides, la Muralla china, el Taj Majal y todos los Buckingham y
Windsor construidos por depredadores. Me gustaría preguntar a Mr. Gibson en qué archivos
ha encontrado la limpia aureola santísima de Largo y compañía y la sangre en las manos de los
padres o abuelos post 36 a quienes tocó combatir en la desdichada en el lado de los
vencedores. Mi abuelo no fue un asesino. ¿Y el suyo?

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